Salir de donde estamos cómodos no es fácil, y en muchos casos, como en el mío, no es que me cueste hacerlo, es que no quiero, a no ser, que me obliguen a ello.
Salir de donde estamos cómodos no es fácil, y en muchos casos, como en el mío, no es que me cueste hacerlo, es que no quiero, a no ser, que me obliguen a ello.